Locura de mi alma, soberbia de mi vida

¿Sólo ésto es lo que somos?

¿Sólo ésto es lo que somos?
¡No para mi!
¡¡Somos ADN, sí, pero somos una organización genética distinta, un conjunto de moléculas en un órden específico y medida para poder ser nosotros, un contexto, un ambiente, una armonía, una vida!!

Somos parecidos pero con una diferencia infinitesimal entre cada humano de 2^8000 y luego a contar las demás especies...
Estas diferencias son tan hermosas... por eso estudio Biología y escribo Poesía.

Las bases científicas de lo que arriba afirmo, las pondré en una entrada posteriormente.

sábado, 22 de octubre de 2011

Los Anillos de Saturno


Una antigua leyenda de los saturnianos, civilización en muchas formas más avanzada que la nuestra, cuenta cómo aparecieron los anillos de su natal planeta.

Cuando los primero hombres de saturno, recién formados a partir del suspiro helado del interior de aquél planeta, aún no existían aquellos tan característicos anillos. Los dioses, fascinados ante su nueva y frágil creación animaron a los hombres a ser hombres de ciencia, a aprender la música y a construir templos para su adoración.

Los hombres aprendían cada vez con más rapidez y se mostraban día a día más inteligentes, construían ciudades delicadas, hechas del viento helado y construían templos gigantescos en nombre de sus creadores. Los dioses estaban más que satisfechos y contentos, hacían apuestas sobre el nuevo mejor templo, la mejor inovación artística.
Poco a poco, los hombres adquirían tal destreza y creatividad, que sorprendían a los dioses con cosas que incluso ellos no habrían podido imaginar. Al inicio, creaban cosas y criaturas que halagaran a los dioses, pero con el tiempo... se empezaron a mostrar incrédulos y altaneros hacia los dioses.
El burlón Shabbathai fue el primero en expresar abiertamente lo que todos empezaban a temer, lo dijo en un tono sarcástico que silenció las charlas y apuestas.

-¿Y... cuando los hombres, se conviertan en dioses, nosotros seremos sus... bufones?

El grande y fuerte dios Zuhal, miró a todos, en sus rostros se veía la preocupación ¿Qué pasaría cuando su obra los desplazara? ¿Eliminarlos? Imposible, eso sería incorrecto, además a las alturas del juego, los hombres podrían eliminar a sus dioses más fácilmente que ellos a los hombres.

El atrevido Zazel, hermano de Zuhal, tuvo la idea... Era muy simple, retar a los hombres a un duelo de creaciones; Si los dioses ganaban, los hombres volverían a ser humildes y se someterían a la voluntad de los dioses; Si los hombres ganaban, los hombres mandarían sobre los dioses.

Los hombres aceptaron de inmediato, de algunos dioses tuvo que convencerseles de muchas maneras; hasta que al final terminaron accediendo, después de todo, quienes mejor que los dioses, los creadores de los hombres.

Sólo un dios, Shaní, el que siempre juzga, dudó mucho, dudó incluso durante la obra, no estaba seguro...

Los hombres se apresuraron a construir seres alados, cantores y vistosos de colores, muy similares a nuestras aves terrestres. Pero no contentos y desafiantes, crearon unos, hermosas melodías, otros, esculpieron el hielo y crearon templos infinitamente pequeños y detallados dentro de cubitos de hielo.

Se acercaba la hora y los dioses aún no tenían nada que hacer... fue también idea de Zazel la de crear algo infinitamente hermoso, algo que hiciera suspirar a los hombres y llenarlos de pasión, ternura, amor... Algo que les hiciera recordar a los hombres, la inmensidad del universo...

Todos estuvieron de acuerdo, excepto, como era de suponerse, el dudoso Shaní... el temor le invadió su mente cuando Zazel dijo: Sacrificio.

Muchos otros dioses temieron también, pero Zuhal, les consoló diciendoles: "Si de todas formas somos derrotados, es mejor morir en tal empresa y dar lo mejor de nosotros que ser rebajados a bufones". El orgullo de los dioses pudo más, excepto en Shaní, en quien el miedo dominó.

-"Solo tenemos que construir un andamiaje alrededor del planeta, luego lanzarnos al abismo del espacio y crear una hermosa ráfaga luminosa en el cielo, todo esto, mientras estamos tomados de las manos formando una cadena, perderemos nuestra vida indvidual, pero crearemos un nuevo ser, un ser hermoso, irresistible a los ojos de los hombres".

Iniciaron la marcha, Shaní se rehusaba, consideraba imposible toda empresa.

-Shaní, debes creer, debes ser fuerte, debes sacar tu fuerza interior y derrotar las dudas, conviértete en nuestro hermano...

-Shaní, se acerca el momento de tomarnos de la mano, no temas a la muerte...

-Shaní, debes estar listo ya.... nos queda muy poco tiempo...

Pero Shaní, vuelto loco y temeroso, decidió escaparse, decidió dejar inconcluso el rompecabezas, no quería perder ni conocer otras vidas.

Se dieron cuenta los gemelos, los guardianes del día y la noche, lo capturaron, no lo golpearon ni torturaron, le hablaron con palabras de amor y lo amarraron a la cadena, Zazel, último por cerrar aquél circulo dijo que de salir bien todo, sería gracias a Shaní.

Se arrojaron al abismo tomados de las manos... caían al abismo... de pronto, una sensación extraña, como de hormigueo les recorrió el cuerpo, luego sus manos se deformaron, poco a poco su cuerpo perdió forma, era difícil reconocer las caras de los demás dioses.  En un momento de la caída, se detuvieron en medio de la nada y comenzaron a girar... comenzaron a resplandecer y poco a poco una serpiente dorada apareció en el cielo de Saturno.

"Una serpiente dorada que alumbrará las obscuras noches de los hombres, porque los dioses no estarán más para hacerlo".

Y esa es la leyenda de como los dioses dieron su vida, para realzar las virtudes de los hombres de Saturno.



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