Locura de mi alma, soberbia de mi vida

¿Sólo ésto es lo que somos?

¿Sólo ésto es lo que somos?
¡No para mi!
¡¡Somos ADN, sí, pero somos una organización genética distinta, un conjunto de moléculas en un órden específico y medida para poder ser nosotros, un contexto, un ambiente, una armonía, una vida!!

Somos parecidos pero con una diferencia infinitesimal entre cada humano de 2^8000 y luego a contar las demás especies...
Estas diferencias son tan hermosas... por eso estudio Biología y escribo Poesía.

Las bases científicas de lo que arriba afirmo, las pondré en una entrada posteriormente.

jueves, 13 de octubre de 2011

Aurora


Descendí del titánico transbordador al sonido de la agradable música, una ópera desconocida, que era el aviso de aterrizaje para los pasajeros. Habíamos llegado a nuestro destino, la Tierra. -Al fin la increíble y hermosa Tierra- me dije.

Hacía no menos de una hora que el estrellado firmamento, la luminosa esfera solar y la gigantesca luna del planeta parecían totalmente alcanzables si deslizaba mi mano por la ventanilla. Ahora pisando Tierra parecían tan lejanas.

Quedé absorto ante el paisaje mientras bajaba por la escalinata, las montañas nevadas, las nubes tan bajas y los bosques repletos de árboles gigantescos, era un escenario mágico... el frío que se sentía y el vapor que exhalábamos realzaba el misticismo del lugar.

-¿Puedes creer que no hace ni diez años era un lugar enfermo, totalmente contaminado, con las nubes y la nieve negras por el humo?- Decía un señor grande y fuerte a su hijo,que se encontraba a mi lado.

-Menos mal que se pudo hacer algo para salvar ésta región, además los pocos nativos sobrevivientes, que estaban aislados, han mejorado su calidad de vida.- Dijo un anciano, que se anexó a la conversación de ese momento.

Yo solo escuchaba, no me atrevía a hablar, como si mis palabras pudiesen derretir la nieve de las montañas o ennegrecer la nieve.Estaba fascinado, el lugar era aún mejor de lo imaginado en mi infancia.

Al fin me atreví a hablar y anexarme a la conversación de aquellos señores.

-Yo siempre soñé con venir a éste mágico lugar- les dije y continué sin importarme si escuchaban o no. -Desde niño... sin embargo... el escenario que venimos a presenciar señores...- El anciano me interrumpió.

-¡La aurora boreal!¡Las luces del norte!

-Así es señor, por eso estoy aquí, para cumplir mi promesa.

-¡Cuéntanos!- inquirieron el anciano y el señor grande y fuerte al mismo tiempo, y mientras nos conducían al hotel me dispuse a contarles.

Hace tiempo, cuando era un pequeño, solía quedarme solo en casa durante mucho tiempo, mi madre trabajaba pese al buen sueldo que le enviaba mi padre. Ella decía que trabajaba para así ahorrar el dinero y poder construir un buen recinto destinado al turismo, aquí, en la nueva colonia.
En aquellos tiempos, yo no comprendía nada sobre la guerra y las colonias, no entendía cual era la importancia, así que un día le envié a mi padre un mensaje pidiéndole fotografías de los lugares de la colonia donde el había estado.
Al poco tiempo recibí una incontable cantidad de fotografías de las selvas, el mar, los desiertos, las ruinosas ciudades humanas y había una, en especial que decía: "Pero el sueño más grande que tengo es que puedas venir a disfrutar la aurora". y mostraba interminablemente, minuto a minuto las mágicas ondulaciones de las luces...
Papá murió en combate, cuando los humanos descubrieron la forma de evenenarnos a través del aire y recuperaron numerosos territorios, mamá quedó desconsolada y al poco tiempo se suicidó. No obstante mi único recuerdo de ellos está anclado al extraño fenómeno.

Recuerdo también que papá me contó que los humanos de estas tierras, altos, fornidos y pálidos, muy diferentes de los del resto, decían que sus ancestros tenían una leyenda sobre las luces:

Los hombres que habitaban en éstas tierras, peleaban entre sí por el escaso alimento y cobijo, luchaban todo el tiempo entre tribus vecinas para lograr el agrado de sus dioses, quienes les fomentaban el hábito de la pelea y así les proveían de los rebaños que tanto requerían para su alimento; además existían una extraña corte de mujeres celestiales guerreras que se dedicaban a sanar a los heridos y muertos en batalla, vestían con sus armaduras doradas y plateadas, montando sobre enormes bestias blancas, rápidas y ágiles, siempre prestas a sanar a los guerreros, es por eso que la luz, al rebotar sobre sus armaduras, se descompone en la hermosa gama de colores.

A nuestra llegada al hotel, vimos nuestros primeros humanos, eran animales un tanto extraños, solo con cuatro extremidades, sin gran cantidad de pelo y bastante encleques, pero con mirada profunda, indescriptiblemente perturbadora. Pedían limosna algunos, otros eran esclavos de servidumbre.

-Increible que ellos hayan gobernado y casi destruido su propio planeta- dijo el anciano

Después del alojamiento me dispuse a salir al lago, el mejor lugar para esperar las luces del norte, quedé dormido sobre la pequeña barcaza y al despertar, las luces brillaban en lo alto.
Un pescador que pasaba cercano mío me dijo-Tiene mucha suerte jóven, esas luces no habían brillado tanto desde que he estado aquí-.



Nota: Entíendase por nativo a los animales y plantas y no a los humanos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario