Locura de mi alma, soberbia de mi vida

¿Sólo ésto es lo que somos?

¿Sólo ésto es lo que somos?
¡No para mi!
¡¡Somos ADN, sí, pero somos una organización genética distinta, un conjunto de moléculas en un órden específico y medida para poder ser nosotros, un contexto, un ambiente, una armonía, una vida!!

Somos parecidos pero con una diferencia infinitesimal entre cada humano de 2^8000 y luego a contar las demás especies...
Estas diferencias son tan hermosas... por eso estudio Biología y escribo Poesía.

Las bases científicas de lo que arriba afirmo, las pondré en una entrada posteriormente.

domingo, 9 de mayo de 2010

El Pueblo de mi Jefa

Don Apolinar

Soy descendiente directo del hombre más temido en toda la región de La piedra; bisnieto del hombre que una vez fue dueño de la mayor parte de las tierras en toda La Piedra. Su historia comienza cerca del año de 1900, hijo de un ranchero que poseía solo una yegüa y un pequeño jacal sin más riquezas más que una buena esposa.

Nació el mismo día que su abuelo, por esa razón fue llamado igual: Apolinar; desde niño se le notaba un carácter  muy marcado, especialmente en cuanto a agresividad, pero también es cierto que era de un andar tranquilo y muy trabajador.
Desde joven tuvo que trabajar, con mucho esfuerzo a la edad de doce años pudo comprar un becerro que se convirtió en una buena vaca. Cumplidos los quince años, fue a presentarse con un viejo hacendado para poder trabajar y formarse una familia, tanto trabajó y con tanto esfuerzo que se ganó la confianza del patrón y gracias a su ingenio se convirtió en la mano derecha del hacendado.

Debido a su creciente poder, tenía rivales, en especial a Manuelino Salazar. Así pues, la rivalidad incrementó cuando poniendo sus ojos en una Salazar, hubo riñas y se diga lo que se diga Apolinar en defensa de su integridad, hirió de muerte con un machetazo al tal Manuelino y tuvo que huir durante un tiempo del pueblo.
Sus padres, se vieron en la necesidad de regalar las bestias que poseían a los Salazares, con tal de no irse del pueblo; durante la ausencia de su hijo sufrieron mucho y ni la gente del pueblo ni el tal hacendado hacían caso del sufrimiento y en poco tiempo murieron sin que nadie se molestara en lo más mínimo por aquellos dos viejos.

Apolinar huyó para Tuxpan, anduvo un tiempo trabajando por ahí y luego de oír los rumores de una gran revuelta que venía desde el norte y que se dirigía para Tampico, pensó en ingresar al ejercito de rebeldes, poco le importaba "desplazar la tiranía del gobierno" más bien pensaba en el dinero y en una forma de hacerse pasar por héroe...[continuará posteriormente]

No hay comentarios:

Publicar un comentario