Hace mucho que en verdad no soñaba nada interesante, es más no recordaba si soñaba o no... en fin aquí cuento lo que soñé el día de hoy:
Estaba en mi casa anterior, quien sabe que haciendo, mi perro empezó a ladrar en el traspatio y al asomarme vi con él y jugando a un par de leones aún cachorros; decidí salir, y empezar a indagar que hacían esos cachorros, seguramente algún vecino en contra de las leyes de protección de animales tenía a unos pequeños y ahora se le habían escapado.
Ellos amistosamente jugaron conmigo, se frotaban como gatitos y me di cuenta que eran hembra y macho, empecé a indagar por donde habrían entrado... nada, cuando volví a verlos ya no eran tan pequeños habían aumentado tamaño; un poco asustado entré de regreso a la casa, pero al darme cuenta de haber olvidado a mi perro intenté regresar por él... fue imposible, aunque mi perro estaba bien, aquellos animales ya habían alcanzado un gran tamaño y fuerza. Se recargó la hembra en el vidrio de la ventana y la rompió con solo una pata, el macho intentaba entrar por la puerta, como pude logré cerrar la puerta.
Salí corriendo a la tienda, compré un six de cervezas barrilito, un encendedor y regresé corriendo...
Al regresar me percaté que mi perro estaba escondido bajo el cajón del lavadero y que la hembra intentaba sacarlo, me enfurecí, tomé una botella de las seis que traía y la arroje por la ventana, el macho fue a investigar la botella y comenzó a lamer el dorado líquido. abrí la puerta y lancé de golpe otra botella a la cara de la hembra, la sangre brotó y rápidamente se abalanzó sobre mi, a duras penas logré escabullirme detrás de la puerta, ahora ambos animales intentaban abrir la puerta y yo no podía cerrarla...
¿Recuerdan la escena de Jurassik Park cuando Alan y Eli intentan cerrar la puerta y jalar el rifle cuando el velociraptor? similar
Con mi pie izquierdo tomé la bolsa de las cervezas y la acerqué, tomé la navaja de mi bolsillo y con mucho esfuerzo pues estaba recargado sobre la puerta con mi hombro derecho, logré destapar la cerveza y comencé a rociar el líquido en las patas y cara del macho que era quien más cerca estaba.
Me percaté que a ambos felinos les gustó el sabor del líquido así que abrí otra cerveza y la arrojé. Comenzaron a beber a la cerveza derramada y mientras yo cerré la puerta y desde la ventana rota destapé las dos cervezas que quedaban y rocié a los animales... y tomé el encendedor y coloqué una agujeta de mi zapato como mecha cuando encendió y estaba a punto de arrojarla... una horrible cara, según yo la muerte, se me apareció por la ventana y sopló... en ese instante el león macho se acercó y dijo: ¡nosotros venimos a hacerte pagar por tus pecados, no te resistas, es la divina voluntad!
Más irritado por sus palabras que sorprendido de ver y oído hablado a éste hermoso animal, volví a encender la mecha y le dije: Yo te vencí... y se las arrojé, de inmediato comenzó el fuego, sus pelajes que estaban mojados comenzaron a arder, rugían... fui al botiquín por el alcohol del 96 el cual les arroje de inmediato.
Un gran fuego... y los leones rugiendo y corriendo por todos lados, entonces destaparon la coladera y reduciendo su tamaño ingresaron...
Volví a salir y puse un ladrillo sobre la coladera
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